El libro de las listas de propósitos

Esta lista y otras se subastan en eBay

La idea de crear listas parece que es universal y aplicaciones como Wunderlist y Evernote facilitan hacerlas desde un móvil y compartirlas desde cualquier equipo, si no te olvidas de tu nombre de usuario y de tu contraseña para acceder a ellas.

A veces, incluso podemos necesitar una lista de contraseñas para acceder a tantos servicios como empleamos, que incorporamos al móvil y a otro lugar, esta vez un espacio físico tangible, la agenda (me pregunto si el volumen de agendas que se comercializa es mayor o menor hoy día que antes de la era handy, como llaman los alemanes al móvil).

Las listas son mágicas, de alguna forma consiguen que durante un rato tengamos la impresión de que estamos logrando que las cosas sucedan, siquiera por la sensación tan agradable que nos producen.

En un libro de autoayuda del que soy auténtico fan, aparecen algunas listas de deseos y de cosas que hacer a lo largo de la vida. Una de ellas, cuya resolución parece algo noña y cuyo estilo oscila entre la fotonovela de los años 60 y las enseñanzas de Dale Carnegye (perdón por la descripción; me gusta, pero a veces el olor a cupcake es muy empalogoso) dice, más o menos:

"En 1977 yo era una madre con tres hijas pequeñas. estragada con las deudas y necesitada de reavivar algunos sueños. Una noche estuve en un semianrio donde oí por primera vez la fórmula I x I = R, Imaginación por Intensidad igual a realidad. Así me hice esta lista de deseos intensos.

1. Un hombre guapo.
2. Una pareja de novios.
3. Ramilletes de flores.
4. Hermosas piezas de joyería con brillantes.
5. Una isla en el Caribe..
6. Una vivienda de ensueño".

Incorpora otros objetivos y además cuenta cómo los logró. Lo interesante es que se trate de una lista, que es de lo que va esta entrada.

Una segunda, más interesante y sólida, es la que se le atribuye a un joven:

"Un chico de quice años. John Goddard se sentó en la mesa de la cocina y esribió: La lista de mi vida.
Debajo del título, 127 objetivos. Desde entonces, ha logrado 108. Estaban clasificados o los clasificó con posterioridad.
Explorar: Nilo, Amazona, Níger, .../...
Estudiar culturas primitivas
Escalar, donde aparecen varias montañas.
Otros, una lista de objetivos similares a los que recogió en las categorías anteriores.
Fotografiar: La torre Eiffel, La gruta azul, Las islas Galápagos...
Nadar: Lago Tanganika, Nicaragua, TIticaca...

Artículo de Begoña Gómez en Icon

Conseguir: Ser monitor de boy scouts, volar en globo, aprender esgrima, esquiar, construir mi propio telescopio...
Otras cosas: Tener cinco hijos, ver el siglo XXI, Visitar un estudio de cine, Tocar el piano, Saber usar vehículos de todo tipo, ..."

Esta lista me impresionó y, de hecho, es una de las anécdotas que más me llamó la atención del libro (editado en 1996, por primera vez, con el título Chicken Soup for the Soul; los norteamericanos son fanáticos de la sopa de pollo; si te encuentras enferma, te propondrán hacerte una, con la receta de la abuela (una lista, en definitiva, de ingredientes). Existen decenas de sopas de pollo, Chicken soup, algunas con tantos ingredientes como la lista de John Goddard.

¿Existió John Goddard? Bueno, la Wikipedia así lo atestigua.

SHAUN USHER,  una entusiasta de las listas, como la mayoría de nosotros, maneja varios blogs y éste, el que vinculo a su nombre más arriba, es el de su libro Lists of Notes, citado por Begoña Gomez Urzaiz, (@begogomezurzaiz),  en la revista Icon.

El libro, editado gracias a la colaboración de anónimos a través de lo que se denomina crowdfunding, tiene dos ediciones, una de lujo y otra más convencional, que puede adquirirse en amazon, como casi todo.

Lista de Woody Guthrie, tomada de Boing Boing

Una de las listas que más me han gustado, a parte de las mías, claro, por lo que suponen de cosas que deseaba hacer y que durante años he ido recogiendo en libretas y agendas es la de Woody Guthrie, ese cantante que inspiró a tantas voces como, por ejemplo, a Bob Dylan.

Y tú, ¿haces listas? Encontré una entrevista con Umberto Eco en Spiegel, en inglés, gracias a la información que compartió un bloguero, en inglés, sobre el libro del autor de El nombre de la rosa, que hizo un precioso estudio sobre las listas y que afirma que hacemos listas porque no queremos morir, explicación que me parece lacaniana, psicoanalítica, porque me parece que hacemos listas para no olvidarnos de las cosas y para seguir haciendo y comprometiéndonos con nosotros mismos.

Lista de posibles asesinos de JFK

Otra de las listas que impresiona, porque no tiene que ver con la de la cesta de la compra es la que he encontrado en un periódico británico, a propósito del libro que menciono más arriba,  Se trata de la que elaboró la secretaria de JFK poco después de que acabaran con su vida.

De entre todas las que aparecen en el libro de Shaun Usher, me gusta mucho la que le atribuye al cantante Jonny Cash, porque se aproxima mucho a lo que entendemos por listas convencionales.

En ella muestra tareas y deseos, mezclados, desde Besar a June, hasta Visitar a mamá. Mucho más pareceido a todos nosotros. Las listas como la del cantante nos hacen recordar que tenemos cosas que hacer, personas por las que hacer cosas que les hagan sentir bien y deseos.

La lista de Johnny Cash, cantante de country

Que la lista recoja quieres ser en la vida o tan solo lo que deseas hacer hoy ha de ver con la expectativa temporal y, también, con el momento del año. O de la semana. Por cierto, que mañana he de hacer la compra. Voy a elaborar la lista en una de esas notas de colores de sobremesa. No, esa no es para publicar, pero incluir alguna de las cosas que le gustan a mi mujer me hará sentir estupendamente. A ver, Besar a mi mujer.

Las listas ayudan a las personas con dificultades de memoria, que no sean incapacitantes, a quienes tienen dificultades para concentrarse y mantener la actividad y a los psicólogos como yo, que encargamos trabajos a nuestros clientes, les solicitamos que hagan cosas, que mantengan registros y que lleven una cierta contabilidad de lo que realizan y de cuántas veces lo hacen. El objetivo de las listas es facilitar nuestra vida, organizar las tareas y darnos la sensación de que estamos muy atareados, de que estamos vivos y caminando. Quizás no sea tan importante completar las tareas que recogemos, cuanto poder volver a hacer la lista, cualquiera que sea. Y ahora, cuentame:

1. ¿Haces listas?
2. De qué temaslas haces.
3. En qué las escribes.
4. Si las haces en papel, con números, con guiones,...
5. Cómo crees que podemos mejorar nuestras listas.


Editado. Hatareados, con ache. Las prisas por actualizar... Y me habré dejado alguna falta. Disculpas.