De la página de Dreamstime |
En su planteamiento, las diez emociones que propone son las siguientes:
1. Alegría
2. Gratitud
3. Serenidad
4. Interés
5. Esperanza
6. Orgullo
7. Diversión
8. Inspiración
9. Asombro
Amor
Ordenadas de acuerdo a su frecuencia de aparición en los seres humanos, es decir, que solemos sentir alegría con más frecuencia que gratitud y ésta emoción es más frecuente que la siguiente.
El amor, aunque aparece en décimo lugar, está fuera de la jerarquía. De hecho, la doctora le dedicó un libro a esa emoción en particular.
Algunas personas se oponen a la psicología de la felicidad, al haber comprobado que un país como Bhutan es aclamado por algunas personas al haber adoptado el PIF, Producto Interior[bruto] de la felicidad, como si el hecho de ser un país budista les eximiera de apertura de fronteras, democracia, libertades individuales y otras conquistas que han contribuido a que seamos algo más felices, algo más nosotros.
De la página Esotéricos |
Entre las críticas. existen dos artículos de un catedrático de la Universidad de Oviedo, que son especialmente relevantes por la cantidad de referencias y que se leen con agrado por la ironía que destilan sus páginas, ironía que, sarcasmos aparte, se define como La sonrisa del triste.
La psicología positiva: magia simpática, de don Marino Pérez-Álvarez, de la Facultad de Psicología de la Universidad de Oviedo.
La psicología positiva y sus amigos, en evidencia, del mismo autor.
De la página Diseño Social |
Las críticas se construyen a través de tres afirmaciones, acompañadas de referencias y bromas.
1. El artefacto investigador es flojo y las conclusiones no aguantan argumentación alguna.
2. Cuando fundaciones multimillonarias financian estudios y libros que redunden en sus ventas (Cocacola, por ejemplo), las consideraciones éticas saltan a la luz y es difícil aceptar los móviles.
3. El negocio de la felicidad se ha apropiado de planteamientos y teorías que ya estaban ahí, pero que no han sido tan difundidas, al no atraer a los intereses economicos.
Con ser en parte ciertas estas críticas, Fredrerickson llega a conclusiones interesantes en materia de emociones positivas, y el interés por ayudar a las personas a sentirlas de nuevo, a no perderlas y a mantener su esperanza, gratitud y alegría es evidente. Al fin y al cabo, nadie alegre se suicida, Quizás se mate, en accidente, pero no se quitará la vida, como muchas personas han hecho, incluso quienes disponen de recursos para combatir la desesperación y el sufrimiento interior.
De la página de Psicología positiva de Urugyuay |
Una de las propuestas de la doctora es que identifiquemos nuestro ratio positivo vs. negativo, para lo que nos sugiere que recojamos las emociones que sintamos durante algunos días y que analicemos cúal es nuestra proporción de emociones de un polo y del otro. Tanto si le ves interés a la psicología positiva, como si tan solo la ves como Magia simpática, seguro que te apetece comprobar cuánto de negativo y de positivo sientes, para hacerte una idea más precisa de qué tipo de persona eres hoy y, sobre todo, qué tipo de persona ven los demás.
Porque una de las cosas que sí que sabemos es que, como animales, con una carga genética elevada y unas conductas automáticas e inconscientes que acompañan a nuestras decisiones más sofitiscadas, tendemos a huir del enfermo, del triste, del compungido, del deprimido, del feo, del desaliñado, y lo hacemos de un modo inconsciente. Quizas por eso sonríe tanto la gente en su foto de portada. También sabemos que si te ríes, te alegras, al igual que si te alegras, te ríes. El hábito, a veces, hace al monje.
¿Jugamos? Solo dos semanas y tendrás tus resultados. Decarga el protocolo que he traducido.
Y si te acuerdas, deja un comentario por aquí, a ver qué ha ocurrido, cuál es tu ratio de positividad.
La página de uno de los libros de Barbara Frederickson da acceso a algunos recursos.
ResponderEliminarhttp://www.positivityratio.com/
Divertido eso de que ríes si estás contento y estas contento si te ríes. Si nos paramos a pensar un poco, nos daríamos cuenta de que no siempre nos sentimos tan mal como creemos.
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